Mis Oídos No Son
Basurero
Luis Antonio
García S.
E-Mail:luis_antonio51@hotmail.com
Para los que tenemos la costumbre de
asistir diariamente a algún café, es cosa común encontrar personas que
únicamente desean hablar pero no escuchar; simplemente toman por asalto tu mesa
y en un acto de magia mental, nos transforman en una gigantesca oreja, para
depositar en ella una sarta sinfín de quejas, problemas, malos chistes,
fantasías sexuales, críticas del gobierno, o chismes de personas conocidas. Algunos no tienen dinero ni para pagar su
café, otros pagan el café de los demás con tal de ser oídos, y hay quién se
siente incomprendido, y se queja de ser rechazado.
Quienes
hemos pasado por la desagradable experiencia de estos “encuentros”, evitamos
este tipo de personas y nos valemos de mil excusas para alejarlos de nuestra
mesa; sin embargo, este fenómeno del “parlanchín en busca de oídos” se repite
también fuera del ámbito de los cafés.
Nos
encontramos a ingenieros, licenciados, mecánicos, amas de casa, vendedores,
sastres y a otros más de diversos oficios y profesiones deseosos de encontrar a
alguien que les quiera oír para contar sus problemas y opiniones; es como si
existiera una gran necesidad social de comunicar que se siente, que se desea, que se piensa y sin embargo,
por más que ser hable, no se es escuchado; no hay comunicación ya que ésta, es
una vía de dos sentidos, donde las ideas fluyen constantemente en dos
direcciones.
Hace
algún tiempo, un viejo maestro Rosacruz me explicó el concepto de la ganancia
en la comunicación. Me pidió una moneda de a peso; al entregársela, él a su vez
me dio otra de igual valor, al hacerlo me dijo, mira, intercambiamos monedas,
tu te quedaste con una y yo con otra, no perdimos ni ganamos; pero tu me das
una idea y yo respondo con otra, al hacerlo, tú tendrás dos ideas, la tuya y la
mía, yo también tendré dos, ambos ganamos. Así son las relaciones humanas,
trata de que todos salgamos ganando al comunicarnos.
Si es
usted de las personas que hablan pero no son comprendidas, probablemente no ha
desarrollado el arte de escuchar, pruebe a seguir estos consejos y tal vez todo
cambiara para usted.
1.-
Escuche con los oídos, pero también con la mente. Analice lo que su
interlocutor le dice, sin no lo entiende, haga preguntas.
2.-
Mantenga el contacto visual, pero trate de visualizar lo que le dicen.
3.-
Escuche con todo el cuerpo; no haga movimientos que distraigan a quien le
platica.
4.- No
interrumpa para exponer sus ideas, deje que la otra persona termine su
exposición.
5.- Por
favor, recuerde que la conversación es una transacción donde todos deben salir
ganando, si usted siempre gana, no pasará mucho tiempo en que la soledad será
su compañera.
Mi
padre don Antonio García Ramos me regaló la siguiente Frase: “Mis oídos no son
basurero, no dejaré que nadie deposite basura en ellos”… en la próxima
conversación recuerde esa frase. Y pregúntese ¿Lo que digo o lo que me dicen,
es valioso, o es… basura?
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