El Mágico Mundo de los Cafés
(Satisfactor De Las Necesidades Humanas)
Luis Antonio García S.
E-Mail:luis_antonio51@hotmail.com
.
Sin duda alguna para los que tenemos como
religión (incluso los ateos) el asistir diariamente a un café, el título de este
escrito les llamará la atención, y es que analice usted, estimado lector, si no
son mágicos los momentos que algunos mortales vivimos en los cafés, quienes no
tienen esa costumbre o vicio, como dirían algunos recalcitrantes críticos,
preguntarán en tono de infinito desprecio ¿Qué pueden tener de mágicos los
cafés?. Bueno para responder, primero
veamos lo siguiente: ¿Quienes son los clientes?, actualmente existen millones
de personas que, aunque estén casadas,
por razones de tiempo y distancia, al salir de su trabajo no pueden ir a
su hogar a prepararse su comida, de echo la situación es peor si ambos cónyuges
trabajan, o bien si están divorciados.
¿a donde van? ¿al café!, otros por estar jubilados tienen mucho tiempo
libre y no saben que hacer, así es que, ¿a dónde van?, ¡al café!, ¿a dónde irán
dos hombres de negocios que quieren platicar sin ser interrumpidos?, ¡al café!,
¿a dónde van por las tardes el grupo de señoras que se reúnen una vez por
semana?, ¡al café!, ¿donde se citan los enamorados?, ¡en el café!. ¿Dónde creen
ustedes que escribía J.K. Rowlin, la autora de Harry Potter, quién con sus
novelas se hizo más rica que la reina de Inglaterra?, ¡Pues en el café!. [1]
Para
comprender el éxito de estos negocios recordemos la escala de las necesidades
de los seres humanos
1º-
Comida, abrigo y descanso
2º-
Seguridad
3º-
Placer, recreación
4º-
Reconocimiento y posición social
Primero:
el ser humano constantemente necesita cubrir sus necesidades físicas básicas,
alimento abrigo y descanso. Reflexione estimado lector o radioescucha, ¿cuántas
veces le ha ocurrido que tiene hambre y no puede ir a su casa, ¿en que piensa?,
¡pues en un buen café!. Si llueve o hace frió, usted sabe que ¡ahí! en el café
de su preferencia estará,
confortablemente alimentado y podrá descansar todo lo que usted quiera, se
sienta y ahhhh llega a usted un rico aroma, saborea su platillo favorito en un
asiento cómodo y con una buena música que le calmara su atormentada alma de los
vaivenes y requerimientos de la vida moderna.
Segundo
Seguridad: llega usted al café y sabe perfectamente que nadie lo va
a agredir, al contrario, las meseras o meseros, con una sonrisa y palabras
amables, le saludan y le sirven, además si esta atormentado porque debe la
renta, el pago de la mueblería, el carro etc. Usted estará tranquilo sabiendo
que ningún cobrador se va a parar en su mesa, así es que por unos cuantos
minutos o horas según elija, usted tendrá la seguridad física y emocional que
tanto necesita para pensar en la forma de salir de sus problemas o bien
simplemente olvidarlos.
Tercero
y cuarto, placer recreación y reconocimiento social: Además del placer de tomar
sus alimentos o bebidas favorita, y tal ves de escuchar su música preferida,
podrá asistir a una interesante tertulia con sus amigotes del café, y no
importa si lo que platican son unas soberanas estupideces, todos se sentirán
felices de externar su opinión, o bien de entrar en la discusión con su rival
de la mesa favorito, ese que por costumbre y por tratar de sentirse superior a
todos, siempre da la contra a todo lo que se diga.
Además
en un buen café popular, las diferencias sociales se desvanecen un poco y lo
mismo pueden convivir de mesa a mesa o banco a banco, el aristocrático
millonario, el artista pobre, el escritor intelectual, el ama de casa, o el
humilde vendedor de cachitos de lotería, el ejecutivo de negocios.
o
las bulliciosas y coquetas estudiantes que con su belleza y juventud,
proporcionan el atractivo visual a los ávidos ojos de los caballeros,
especialmente de aquellos que presumen tener lo que en su vida privada ya
perdieron (el vigor)
Encontramos
además al marido oprimido que por un buen rato y por una buena propina, se da
el lujo de mandar con voz autoritaria, a las amables meseras o meseros que
constantemente le llenan su taza de café, ellos han sido aleccionados
precisamente para hacer sentir a los clientes mejor que en su propia casa. Sin
duda alguna el café responde a las necesidades básicas del ser humano, y desde
luego ¿en que otro lugar puede usted leer el periódico del día o la ultima
novela de casi novecientas páginas de Harry Potter, o escribir el informe de trabajo, o el
articulo que el escritor necesita para publicarlo y así cobrar el dinero que le
permita sumergirse en... El mágico mundo de los cafés.
Culiacán Rosales, Enero 2005
[1] J.K. Rowling vista por J.K. Rowling autora de la serie Harry Potter
por Lindsey Fraser. Pág. 45 Editorial RBA Libros, S.A. 2001
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