El Escudo De Armas Del Municipio De
Culiacán,
Los Códices Y Lorenzo Boturini
Luis Antonio García Sepúlveda
El Escudo de Armas de Culiacán,
hace una referencia simbólica de su historia, del clima de la región y de la
labor de sus habitantes. Encontramos que en el campo del escudo cubierto de un
color rojizo de tierra, resalta un jeroglífico que representa un cerro con una
cabeza humana en la cima, muy inclinada hacia adelante. En su base tiene una
abertura, misma que representa la caverna donde los aztecas encontraron a su
Dios Huitzilopochtli, quien les ordenó (según la leyenda) iniciar un viaje
hasta encontrar un lugar donde formarían un imperio.
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Detrás del jeroglífico que
representa a Coltzin, hacia la derecha aparecen simbolismos de agua que aluden
a los ríos; en la parte centro y hacia la izquierda, aparece una cruz seguida
por un camino donde se observan
huellas de pies, las cuales conducen a una construcción símbolo de la labor de
los misioneros, que de San Miguel de Culiacán, partieron hacia el norte,
llevando con heroísmo su labor de predicación evangelizadora y cultural. Sobre la bordura de color carmín, se lee en su
parte superior la palabra Culiacán y en su parte inferior la palabra Colhuacán,
término náhuatl que algunos historiadores traducen como lugar de los que adoran
al Dios Torcido".
En la parte superior del escudo,
se sitúa un cerro con una semilla en germinación y sobre la misma la imagen de
un sol en oro, que simboliza el clima tropical de la región, así como la labor
de sus esforzados habitantes. El dos de agosto de 1960, siendo presidente
municipal el señor Amado Estrada Rodríguez, se decretó escudo oficial del
municipio de Culiacán Rosales, Sinaloa. El proyecto elaborado por el señor
Rolando Arjona Amábilis
Los Códices
Los códices son tiras de papel de
diversos tamaños; eran hechos de diferentes materiales: algunos de maguey,
otros de cáñamo y la mayoría de la corteza del árbol llamado AMATE, del cual se
cree que en Sinaloa abundaba este árbol; en el municipio de Culiacán está el
rancho Amatàn Sindicatura de Sanalona. Antiguamente se llamaba AMATL, que en
lengua náhuatl significa "LUGAR DONDE ABUNDAN LOS AMATES" (se ignora
si en este lugar alguna vez llegaron a fabricar papel.
El códice Boturini
Es una tira de papel
amate, de 5.44 Mts. De largo por 24 cms. de ancho, doblada originalmente en 22
partes desiguales; se le conoce también como "TIRA DE LA
PEREGRINACION", que contiene el relato por medio de dibujos del éxodo que
hicieron los aztecas, desde Aztlán hasta llegar al valle del Anáhuac. Dicha
peregrinación, según diversos historiadores, especulan que duró entre 100 a 200
años. Al códice BOTURINI se le llama así, en honor del investigador italiano
Lorenzo Boturini (1702-1755), quien llegó a la ciudad de México en el año de
1736, siendo recibido con mucho recelo de parte de las autoridades españolas,
que veían en todo extranjero un espía. La historia de la aparición de la virgen
de Guadalupe, fue un tema que obsesionó a Boturini, quien durante seis años se
dedicó a investigar y coleccionar toda clase de testimonios que probaban la
veracidad de la historia, recorriendo todas las bibliotecas y archivos
diversos.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibdCCaVl7z37lpmpoF-DvhD5suK9XYVW0Mf7-PjIac-8ZrCYRbDS5OmdmQODkInQynpnnlPvIU_dyExfUsPnuhFEZaGkuclnUDEgwu2nPNK6H2suGPqSCugI1wIARjN6u25vki5gXVaiM7/s320/Lorenzo+2.jpg)
Fernando
de Alba Ixtlilxochit1 (1577-1648), descendiente de los reyes de Texcoco, que
había pasado a manos de Carlos Sigüenza y Góngora (1645-1700) quien legó la
colección al mencionado colegio, donde la descubrió Boturini, y quien sin
grandes dificultades la pudo adquirir.
La colección estaba integrada
por: La tira de la Peregrinación, el códice Xólotl, La tira de Tepechpan y el
Tonalámatl. Otros documentos que añadió Boturini fueron la crónica de Tlaxcala
escrita en náhuatl, y las crónicas de Hernando Alvarado Tezózomoc, y diversos
manuscritos relacionados con el milagro del Tepeyac. El entonces virrey de la
Nueva España, don Pedro Cebrián y Agustín, en 1742, se enteró de la labor de
Boturini para lograr la coronación de la Virgen de Guadalupe, y se indigno
porque éste solicitara apoyo económico. Lo envió a un juez, quien mandó
confiscar todos los bienes y documentos del italiano, quien fue enviado a
prisión, donde permaneció por nueve meses. Al salir, Boturini fue conminado a
embarcar un navío de regreso a España.
Al llegar a España, Boturini se
puso en contacto con el rey Felipe V, hombre culto que comprendió la labor del
italiano y giró órdenes al virrey, para que se protegieran los bienes del
italiano y se le
restituyeran. Boturini escribió
una obra: "Idea Para Una Nueva Historia General De La América
Septentrional” con un catálogo
final con el nombre de los documentos que había podido leer en la ciudad de
México.
Este italiano, al igual que
muchos extranjeros, se enamoró de la riqueza histórica de México,
la misma que la mayoría de los
mexicanos desconocen o relegan al fondo de su memoria, como una materia más,
que en la escuela los maestros les enseñaron. Al paso de los años, muchos
códices fueron sacados de nuestra patria y actualmente se encuentran
exhibiéndose o almacenados en museos de diferentes partes del mundo. La tira de
la peregrinación, estuvo un tiempo en Londres, pero fue rescatada por el
gobierno mexicano y actualmente se encuentra en el Museo Nacional de Antropología
e Historia, exhibiéndose una copia facsimilar en la Sala Azteca, para
satisfacción de los miles de mexicanos y extranjeros amantes de nuestra rica
herencia histórica.
BIBLIOGRAFIA
Herberto Sinagawa Montoya,
“Sinaloa, Historia y Destino” Pág. 32 Editorial Cahíta.
- Francisco Javier Clavijero.
Historia Antigua de México. Editorial Porrúa Hnos.
- Hans Lenz. El Papel Indígena
Mexicano. Editorial SEP.
- Jesús Lazcano Ochoa. El
Chicomoztoc de Huey Colhuacan.
- Tomás Doreste El Enigma de
Aztlán. Editorial Planeta.
- Héctor R. Olea, Los
Asentamientos Humanos en Sinaloa. Editorial UAS.
- Gutierre Tibón. Historia del
Nombre y de la Fundación de México. Editorial FONDO de Cultura Económica.